jueves, 17 de marzo de 2011


Este adiós 
no maquilla un hasta luego, 
este nunca 
no esconde un ojala,
estas cenizas
no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás. 
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre 
un corazón podrido de latir. 
Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos no lloran más por ti.