cada día sabemos más
y entendemos menos.
Ríe y el mundo reirá contigo; llora y el mundo, dándote la espalda, te dejará llorar.
Este adiós
no maquilla un hasta luego,
este nunca
no esconde un ojala,
estas cenizas
no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos no lloran más por ti.